Se tiende a creer por error que el aftersun es un cosmético de segundo orden. Sin embargo, nada más lejos de la realidad. Aunque apliquemos foto protección, es muy importante que lo integremos en nuestra rutina. Tras exponernos al sol, la piel se estresa y es necesario proteger su barrera natural.
En los meses con mayor radiación UV, la piel entra en contacto intensamente con los radicales libres del sol generando estrés oxidativo. Y aunque utilices fotoprotección de alto FPS, esta no siempre actúa como barrera total y se acaba absorbiendo parte de esa radiación. El sol descompone las barreras lipídicas y la piel se deseca y se descama. Ello, sumado a la acción muchas veces de la sal del mar y del cloro, acaba secando la piel.
El aftersun va más allá de ser una crema hidratante o un body milk, porque tiene función calmante, regeneradora y refrescante.
¿Qué activos debería tener un aftersun?
En primer lugar, debería incluir activos hidratantes y emolientes con el fin de restaurar con rapidez el manto hidrolipídico. Pondremos aceite de rosa mosqueta que nutre en profundidad y promueve la regeneración celular y la cicatrización, reparando la piel. También aportará una gran dosis de vitamina C que previene las manchas solares que pudieran aparecer por el exceso de melanina.
Por otro lado, un aftersun tendría que tener activos calmantes. En nuestra receta hemos optado por el agua floral de hamamelis, que cuenta con propiedades antiinflamatorias y antioxidantes.
Por último, tras una calurosa exposición solar, siempre se agradecen los activos refrescantes. Por ello, no puede faltar el aceite esencial de menta piperita. Es ideal para generar un efecto frío inmediato sobre la piel.
Receta de bifásico aftersun
Nuestra alternativa natural a los aftersun, es un bifásico con solo 3 ingredientes. A este formato se le conoce como bifásico, ya que contiene dos fases muy diferentes. Una acuosa compuesta por el hidrolato de hamamelis y una oleosa formada por el aceite de rosa mosqueta y el de menta.
Ingredientes:
- Botellita de más o menos 50 ml
- 20 gramos de aceite de rosa mosqueta
- 20 gotas de aceite esencial de menta piperita
- 20 gramos de agua floral de hamamelis
Preparación:
- Desinfecta tus manos, la superficie de trabajo y los utensilios con alcohol de 70°.
- Comienza pesando los 20 gramos de aceite de rosa mosqueta. Puedes hacerlo en el mismo envase.
- Añade las 20 gotas de aceite esencial de menta piperita.
- Adiciona los 20 gramos de agua floral de hamamelis.
- Cierra y etiqueta.
Al tratarse de un producto bifásico, verás que el aceite, que tiene menor densidad, se queda siempre en la superficie. Mientras que el agua de hamamelis permanece en el fondo. Cuando tengas que aplicarlo, agita bien para realizar una emulsión mecánica y mezclar por un momento ambas fases. Cuando estén en reposo, las dos fases volverán a separarse.
Aunque puede guardarse fuera, es mejor reservar tu aftersun en la nevera. Será mucho más refrescante y agradable aplicarlo cuando vengas de la playa o de la piscina.
Puedes mantenerlo alejado siempre de la luz del sol y de fuentes de calor entre 3 a 6 meses. Así evitas el deterioro de los antioxidantes que contiene.