Ambientador natural con incienso, mirra y palo santo
¿Llegas cansada a casa después de un duro día en el trabajo y te apetece prender un incienso o una vela y disfrutar de sus aromas relajantes? Hay algo que debes saber. Y es que la combustión de barritas de incienso o velas aromáticas pueden perjudicar tu salud pulmonar si abusas de esta práctica.
Esto es debido a la liberación de sustancias potencialmente cancerígenas como el benceno o el butadieno, así como de hidrocarburos aromáticos policíclicos. Si no quieres prescindir de la suave fragancia del incienso, te proponemos una alternativa mucho más saludable: un ambientador natural a base de aceites esenciales y madera de palosanto. Se trata de una combinación ideal para relajarte y deleitar tus sentidos.
Este ambientador es perfecto para perfumar de forma natural cualquier estancia de tu hogar sin necesidad de utilizar fragancias sintéticas, como suelen contener los ambientadores comerciales. Vas a requerir de muy pocos ingredientes y lo tendrás listo en un periquete.
Como aceites esenciales vamos a trabajar con una sinergia de mirra e incienso. Ambos han sido venerados desde tiempos inmemoriales por sus propiedades relajantes para el sistema nervioso. En perfumería, están categorizados como notas de fondo y son perfectos para crear fragancias persistentes, con toques picantes y amaderados. El aceite esencial de mirra, Commiphora molmol, destaca por su aroma terroso y envolvente y complementa harmoniosamente como nota de fondo con el aceite esencial de incienso hindú, obtenido de la resina del árbol Boswellia serrata.
El palo santo, Bursera graveolens, se obtiene de un árbol tropical del cual se obtiene un aceite esencial de una fragancia intensa de notas cítricas, mentoladas y amaderadas. En aromaterapia, se le atribuyen propiedades sedantes y depurativas de ambientes. En esta receta vamos a realizar nuestra propia extracción hidroalcohólica del aroma de palosanto.
Ingredientes para 100 ml:
· 59 g de alcohol etílico (etanol) de 96º
· 27 g de agua destilada
· 30 gotas de aceite esencial de incienso
· 20 gotas de aceite esencial de mirra
· Un pedacito de madera de palosanto
Elaboración del ambientador natural relajante
Esta receta consta de dos fases. En un primer momento, tendremos que realizar nuestro extracto de palosanto. Para ello, seleccionamos un envase de vidrio suficientemente grande como para introducir la madera de palosanto. Mezcla el alcohol etílico con el agua destilada. A continuación, agrega los aceites esenciales. Por último, añade el palosanto. Agita bien y deja reposar el contenido en un lugar seco y oscuro durante una semana, acordándote de remover cada día para facilitar que las moléculas aromáticas del palosanto impregnen el resto de la mezcla.
Pasado el tiempo de maceración, retira el palosanto y envasa el contenido en un envase atomizador de vidrio oscuro de unos 100 ml.
Ten en cuenta que el aroma puede variar al cabo de unas semanas, haciéndose más intenso. Por ello, es probable que quieras repetir esta mezcla con menos proporción de aceite esencial o, por el contrario, que te apetezca añadir más cantidad de un aceite que de otro para destacar o suavizar algún aroma. Opcionalmente, podrías redondear la fragancia con algunas gotas de un aceite esencial cítrico o floral.
Disfruta de tu ambientador en todas las estancias de la casa
Puedes hacer uso de tu ambientador en cualquier estancia del hogar. Por ejemplo, deja una botellita de spray siempre a mano para perfumar el baño. Una opción muy decorativa sería reutilizar algún ambientador de mikado y rellenarlo con esta mezcla.
Úsalo antes de realizar tu práctica de yoga o meditación, pulverizando sobre la esterilla o sobre tu ropa. Te ayudará a estar enfocada en el momento presente.
También puedes aplicarlo sobre la ropa del hogar, como sofás, alfombras, cojines, mantas o cortinas. En estos casos, asegúrate de hacerlo a unos 30 o 40 cm de distancia para evitar manchar los tejidos.